Dice la sabiduría popular que no hay que servir a quien sirvió ni pedir a quien pidió. Por algo será. Personalmente puedo hablar de los envidiosos dañinos, esos que envidian lo que has conseguido pero huirían como de la peste del sacrificio y trabajo que han sido imprescindibles para conseguirlo. Hay veces que, a toro pasado, piensas que no ha valido la pena tantos sacrificios y tantas renuncias. Cosa distinta…

En los grandes hoteles, o pequeños muy tecnológicos, las luces de la habitación se apagan y encienden al introducir en el lector correspondiente la tarjeta que abre la puerta. No explicaré mas porque está claro de qué hablo y por qué los hoteles lo hacen. El Ruralmusical, que funcionamos con los interruptores de toda la vida, observamos con demasiada frecuencia que algunos clientes, admirables generalmente en casi todo, son poco…